La alergia a alimentos es la causa más frecuente de  reacciones adversas tras la ingesta de un alimento, aunque también pueden darse intoxicaciones o intolerancias no inmunológicas.

 

La alergia alimentaria es una reacción adversa que es consecuencia de una reacción inmunológica tras la ingesta de un alimento. Es decir, está implicada alguna inmunoglobulina o célula del sistema inmune. La reacción alérgica más conocida depende de la inmunoglobulina E (IgE). Todos tenemos IgE, pero algunas personas, genéticamente predispuestas, son capaces de fabricar IgE en mayor cantidad ante la presencia de una sustancia (alimento) y esa mayor cantidad de IgE da lugar a la reacción clínica. En otros casos la reacción clínica depende de una alteración de células y otros elementos del sistema inmunitario.

 

Las características clínicas de una alergia a alimentos dependen del mecanismo inmune implicado en ella:

alergia a alimentos huevo

  • Las reacciones alérgicas no mediadas por IgE provocan habitualmente clínica digestiva. Suelen ser de inicio insidioso y se van instaurando en un periodo más o menos variable de horas, días o semanas. La clínica más grave es la enteritis o enterocolitis provocada por un alimento que se inicia a las dos o cuatro horas de la ingesta y produce vómitos intensos que llegan a decaimiento, postración e incluso deshidratación del paciente sin afectación de la tensión arterial; este cuadro puede ir seguido de diarrea horas más tarde.
  • Las reacciones alérgicas mediadas por IgE son reacciones de instauración rápida en el tiempo, habitualmente antes de una hora tras la ingesta del alimento y nunca después de dos horas de la ingesta, son de comienzo brusco y pueden afectar a diversos sistemas: cutáneo, digestivo, respiratorio y circulatorio. Son de mayor gravedad cuando hay más de un órgano implicado en la reacción clínica.

 

La reacción clínica por alergia a alimentos puede afectar sólo a la piel, produciendo zonas de enrojecimiento en diversas partes del cuerpo (habones), que pican (urticaria), o hinchazón (edema) de labios, párpados, pabellones auriculares, o ambas reacciones a la vez, urticaria y angioedema. No siempre la alergia a alimentos provoca una reacción cutánea aunque ocurre así en más del 70% de los casos.

La clínica puede ser digestiva, frecuentemente vómitos que se inician poco rato después de la ingesta, o dolor abdominal y en ocasiones pueden ir seguidos de deposiciones más blandas o diarreicas.

alergia a alimentos frutos secos

Otro tipo de manifestación clínica es la respiratoria: tos y dificultad para respirar, acompañada o no de mucosidad nasal líquida, de inicio rápido, con o sin estornudos. Es de mayor gravedad si hay una afonía brusca y sensación de opresión en el cuello, que es síntoma de edema de glotis o laringe y puede llegar a compromiso vital.

También puede aparecer sensación de «mareo» que puede ser debido a una bajada de tensión arterial e inicio de shock.

Si hay afectación de dos o más sistemas (por ejemplo: cutáneo y digestivo o cutáneo y respiratorio), estamos ante una anafilaxia, que es la reacción alérgica más grave y puede llegar a ser mortal. La anafilaxia tiene diferentes grados de gravedad. Siempre es grave si hay afectación del aparato circulatorio. En los casos de anafilaxia no se debe demorar el solicitar ayuda a emergencias (112), tumbar a la persona con las piernas algo elevadas por encima del nivel de la cabeza e inyectar adrenalina si se dispone.

 

Dra. Ana María Plaza
Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona

 

 

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