La intolerancia a la lactosa es actualmente la más frecuente entre la población. En el norte de Europa y Australia se detectan valores de incidencia bajos. Sin embargo, en América del Sur, Asia y África, más del 50% de la población presenta esta intolerancia, y en algunos países de Extremo Oriente afecta hasta el 100% de la población.

¿Qué es la lactosa y dónde la encontramos?
La lactosa es el azúcar que contiene la leche, formado por glucosa y galactosa y lo encontramos en la leche de los mamíferos (vaca, cabra, oveja, humana) y en todos sus derivados (queso, yogures, mantequilla…). Además, también puede estar presente en otros alimentos que han sido enriquecidos con calcio.

La importancia de la lactasa:
La lactasa es una enzima que se halla en nuestro intestino y es la que nos ayuda a digerir y absorber la lactosa, distribuyéndola por todo el cuerpo. Sin embargo, algunas personas sufren deficiencia de lactasa (hipolactasia) y no digieren bien la lactosa y acaban desarrollando una intolerancia.

¿El intolerante a la lactosa nace o se hace?
La hipolactasia puede darse en tres formas distintas: congénita, primaria y secundaria. La congénita es una enfermedad de nacimiento en la que el recién nacido no produce lactasa, y por tanto no digiere la lactosa. Aunque este tipo de intolerancia es de por vida, se da en muy pocos casos. Por su parte, la hipolactasia primaria es aquella en la que el individuo con el tiempo va produciendo menos lactasa y acaba desarrollando intolerancia a la lactosa. Finalmente, la hipolactasia secundaria está causada por alguna lesión en el intestino, como por ejemplo una gastroenteritis o por la ingesta de un medicamento. Este tipo de intolerancia es temporal.

¿Qué síntomas produce?
La intolerancia a la lactosa causa principalmente síntomas digestivos, que van desde la diarrea, hasta las náuseas, la hinchazón de abdomen o la flatulencia. Normalmente, se presentan al poco tiempo de haber ingerido lactosa, aunque a veces el período de aparición de los síntomas puede variar en función de la cantidad de lactosa ingerida.

Para aliviar los síntomas, Allergy Therapeutics ha desarrollado Syngut, un simbiótico especialmente indicado para los intolerantes a la lactosa. Se trata de un complemento capaz de reequilibrar la microbiota intestinal debido a las propiedades específicas de sus cepas, tales como la restauración de la barrera intestinal, la inhibición de los mastocitos, la actividad β-galactosidasa y las propiedades inmunomoduladoras y antiinflamatorias.

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