¿Qué es la dermatitis atópica y por qué se produce?
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por la presencia de una piel seca, con placas y rojeces de distintos tamaños y grosores, así como de picor intenso. Se suele observar de forma simétrica en el cuerpo y algunas zonas se afectan característicamente (detrás de las rodillas y anterior a los codos). En adultos, es frecuente que se involucren las palmas de manos, párpados e incluso existen casos muy extensos que cursan como eritrodermias.
La dermatitis atópica es más frecuente en la infancia. En algunos pacientes, las lesiones de la piel pueden persistir en la edad adulta hasta en un 30-60-% de los casos, aunque puede aparecer a partir de los 20 años en un 2% de los pacientes.
El eccema puede ser una manifestación de alergia en la piel y puede acompañarse de síntomas de alergia en otros sistemas (por ejemplo rinitis, asma o alergia a alimentos).
¿Cómo se realiza el diagnóstico de dermatitis atópica?
El diagnóstico de la dermatitis atópica es clínico. Es decir, el médico tiene en cuenta la historia y los síntomas del paciente para realizar el diagnóstico. Este no siempre es fácil de establecer en adultos, particularmente si las lesiones de la piel son atípicas en su forma o distribución.
Las pruebas que el especialista indique están orientadas tanto a descubrir si hay alérgenos externos que empeoren la dermatitis, como a descartar otras enfermedades que pueden cursar con lesiones similares en la piel (escabiasis, psoriasis, linfomas cutáneos, dermatitis de contacto, dermatitis seborreica, eccema numular).
¿Qué factores empeoran la dermatitis atópica en adultos?
Existen varios factores que pueden agravar la dermatitis atópica en los adultos. La piel atópica es particularmente sensible, e incluso algunos estímulos cotidianos pueden llegar a ser irritantes y ocasionar exacerbaciones. Tal es el caso de ciertos productos de limpieza o del cuidado de la piel (desinfectantes, jabones, químicos).
Igualmente, la piel en los pacientes con dermatitis atópica, al encontrarse inflamada persistentemente, puede favorecer la aparición de dermatitis de contacto. Esta asociación, en muchas ocasiones, perpetúa la aparición de placas de eccema y entorpece su evolución. Algunos productos que típicamente pueden provocar dermatitis de contacto son: níquel (joyería, marcos de lentes, accesorios), fragancias, isotiazolinonas, ácido paraaminobenzoico y aceites esenciales (cosméticos, fragancias, productos de limpieza, filtros solares).
Se recomienda el uso de productos que han sido formulados para pieles sensibles o atópicas y probarlos inicialmente en una zona reducida (por ejemplo en el antebrazo). La selección adecuada de la ropa, detergentes y aditivos también es esencial.
El estrés no es la causa directa de la dermatitis atópica, sin embargo, la ansiedad y el estrés emocional favorecen el rascado continuo, contribuyendo al empeoramiento del picor y al desarrollo de lesiones.
¿Qué cuidados de la piel debo realizar a diario?
El manejo adecuado de la dermatitis atópica debe de estar dirigido no sólo a combatir la inflamación, sino también a reconstruir la barrera cutánea que se ha visto maltratada. Por eso, una piel bien hidratada es menos propensa a inflamarse y picar.
Algunas recomendaciones sobre el cuidado diario de la piel son:
- Uso de un jabón neutro/suave/sin fragancia o sustituto de jabón
- Ducha rápida con agua tibia-fría (el agua caliente seca la piel y esto lleva a mayor picor)
- Hidratar todo el cuerpo con crema hidratante al menos dos veces al día
¿Cómo tratar las zonas inflamadas de la piel?
En función de la localización de las placas rojas y de su aspecto, el médico recetará una crema, una pomada o una loción. Asimismo, en función de la intensidad de las placas, mandará un corticoide tópico más o menos fuerte.
El uso crónico y desmesurado de los corticoides tópicos puede tener efectos secundarios no deseados en la piel (estrías, acné, atrofia, vasos capilares dilatados) por lo que se recomienda que su uso se realice acorde a la indicación del médico.
¿Existen otros tratamientos para la dermatitis atópica?
La mayoría de los casos de dermatitis atópica se controlan con una adecuada hidratación continua de la piel. En momentos de crisis, puede aconsejarse el uso de corticoides tópicos.
Sin embargo, en algunos casos graves puede ser necesario el uso de otros medicamentos que ayuden a controlar la inflamación.
En la dermatitis atópica, se han estudiado varios fármacos sistémicos (Metotrexate y Ciclosporina, principalmente) y biológicos (Dupilumab). La necesidad de utilizar estos tratamientos debe ser discutida con el médico y se reserva para casos que no han respondido al tratamiento de primera línea.
En los casos que cursen con mucho picor, el médico puede recetar un antihistamínico que ayude a controlarlo.
Dra. Silvia Riggioni
Hospital Clínic, Barcelona
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